jueves, 25 de diciembre de 2008

Nuevo de libro sobre la División Azul.

La esfera de los libros publica un libro de fotografías de los divisionarios:
Héroes de Rusia: costumbrismo del infierno

Franco tenía que corresponder el favorazo bélico de la lluvia de hierro de la Legión Cóndor alemana, pero su prioridad era ser neutral. O sea, que había que ayudar a Hitler, pero de una discreta forma no oficial. Solución: la División Azul.
Un ejército de voluntarios (47.000) con ganas de comer terreno a los ateos rusos de Stalin. "Políticamente, fue una acción militar crucial, pues gracias a ellos mantuvimos la valiosa neutralidad en la II Guerra Mundial", dijo el periodista José Javier Esparza, en la presentación del libro 'La División Azul. Las fotografías de una historia' (La esfera de los libros), de Gustavo Morales y Luis Togores.
Las fotos del libro dan cuenta de todo, aparte del color rojo de la sangre y del azul divisionario. Unos pies de foto son "Un zapador utiliza un lanzallamas durante un salato en el frente de Leningrado", o "Un sargento dispara un mortero desde una posición fortificada mientras los servidores aguantan los palos del bípode de la pieza", y otras, "la tropa charla junto al fuego". O sea, costumbrismo en el infierno, donde la gente, sorprendentemente, ríe y canta y hasta baila.
El co-autor Togores resaltaba que en casi todas las fotografías, los voluntarios sonríen, y el ambiente es entrañable, hasta festivo, entre cacerolas, caballos y ametralladoras MG34. "A los rusos les extrañaba que hubiera ruido al otro lado", comentó Togores, en la presentación del libro en la Universidad San Pablo-CEU.
Por su parte, Gustavo Morales (el otro autor) subrayó el carácter voluntario y heróico de los combatientes. Sus esfuerzos salvajes frente a los soviéticos, frente a los mosquitos del estío y el mordisco polar del invierno. "En Afganistán puede haber soldados españoles que no sepan por qué están allí, pero todos los de la División sabían a qué iban".

Heterogeneidad en las tropas

Iban gentes de todo tipo, desde convencidos anti-comunistas hasta jóvenes con mal de amores (como José Luis Berlanga). Morales comentó el caso del conde de Montergo, que se alistó con su mayordomo, y que, siendo soldado raso, estuvo a las órdenes de su criado, que era sargento.
La División dirigida primero por el general Agustín Muñoz Grandes y después por Emilio Esteban Infantes, entre 1941 y 1943 (casi 5.000 muertos, 8.000 heridos), inspiró en José Javier Esparza encendidos elogios históricos. La comparó con los Tercios de Flandes y con los patriotas de la Guerra de Independencia.
"La aparición de este libro tiene algo de provocador hoy en día, pero es una provocación bienvenida", aseveró Esparza, "pues se trata un episodio muy importante. Con él, sangre que es la nuestra regó los campos de la mayor fruerza totalitaria de la Historia".





22 de junio de 1941. Hitler hace saltar por los aires su pacto con la URSS y lanza su invasión enarbolando la derrota del comunismo. Esta decisión le costaría la guerra, pero no fue hasta dos años más tarde cuando la contienda cambió definitivamente. Es el comienzo de la 'Operacion Barbarroja', un nuevo frente de 2.400 kilómetros entre el Báltico y el Mar Negro.






La factura de la Guerra Civil permite a Franco mantenerse neutral durante el desarrollo de la guerra, aunque sus simpatías están claras. Desea la victoria del Eje. El enfrentamiento contra URSS es acogido con alegría por muchos españoles. El Gobierno comienza a reclutar voluntarios para combatir al comunismo y ayudar a Alemania. España se prepara para entrar en la II Guerra Mundial por la puerta de atrás





Con la frase "Rusia es culpable", Serrano Súñer argumenta que los soviéticos son los culpable de la Guerra Civil y la muerte de José Antonio Primo de Rivera. Miles de voluntarios, en su mayor parte falangistas acuden en masa para alistarse. Nace la División Azul, aunque su nombre oficial es División de Voluntarios Españoles.





Las estaciones de tren de muchas ciudades españolas se abarrotaron para despedir a los divisionarios. El 13 de julio de 1941 parte de la madrileña estación del Norte el primer tren hacia Alemania.



Alemania bautizó a la División Azul como la División de Infantería 250ª de la Wehrmacht. Al mes de instrucción y entrenamiento militar, los españoles partieron hacia el frente ruso.





Los voluntarios españoles trataron de superar los problemas del idioma e integrarse con los alemanes. Algunos, como atestigua esta fotografía, dieron un paso más y ligaron con las enfermeras. No sabemos si este guripa lo consiguió




En la imagen, Robert Ley -jefe de Organización nazi- pasa revista a los divisionarios españoles poco antes de partir hacia el frente ruso. Salieron el 19 de agosto de 1941.





Los divisionarios españoles se encontraron con una desagradable sorpresa para llegar al frente ruso: tenían que desplazarse en bicicleta o a caballo.





Los autores del libro argumentan que la entrada de la División Azul "sirvió para evitar la entrada de España en la guerra, la invasión de la Península Ibérica por los alemanes" y una modernización del Ejército que garantizaba la independencia del Estado. En la fotografía, Adolf Hitler se entrevista con Muñoz Grandes, a cuyo mando estaba la División Azul.






El frente de Leningrado fue el destino de los españoles, entre el lago Ilme y el río Voljov, es decir, uno de los lugares más fríos donde se luchó en la guerra.





Un grupo de soldados repone fuerzas en una parada para comer.





El sentimiento religioso estuvo muy presente, como atestigua la fotografía de esta misa. Según recoge el libro, dos capellanes católicos de la División Azul fallecieron durante la contienda.





El extremo invierno fue el principal aliado de la URSS. Este 'enemigo' llevó a la División Azul a sufrir temperaturas inferiores a los 40º bajo cero.





Los soldados españoles tuvieron que adaptarse a combatir entre la nieve y el intenso frío durante los tres inviernos que estuvieron en el frente soviético. Este grupo de divisionarios celebra un disparo exitoso.





Entre los consejos que se dictaron para evitar el frío, según recoge el libro, destacan rellenar el casco con pañuelos o la colocación de papel de periódico entre la ropa.




Simpática imagen de estos guripas que, con el diario 'Marca' en mano, leen las últimas noticias deportivas de España. Cualquier información de la patria se recibía con entusiasmo en la helada estepa soviética.




Gustavo Morales y Luis E. Togores explican en el libro el carácter fuertemente ideologizado de los guripas. Unos soldados que por encima de todo eran anticomunistas y por esa concepción política se alistaron para combatir a la URSS de Stalin.




Los jefes militares alemanes se quedaron sorprendidos por lo escandalosos que eran los españoles. Por cierto, entre otras curiosidades, en el uniforme lucían insignias falangistas, como la camisa azul y la insignia del yugo y las flechas.




En tiempos de guerra, los momentos de ocio y la diversión son la mejor forma de huir por un instante de la cruda realidad. En la imagen, un grupo de soldados disfruta de un partido entre Alemania y España en Berlín, en abril de 1942. Al parecer, Decaer y Campos firmaron los goles del empate a uno.




La participación de soldados españoles en la II Guerra Mundial no terminó con el regreso de la División Azul. Algunos formaron la Legión Azul o ingresaron en otras unidades. En la foto, varios miembros de esta última división se fotografían antes de volver a España.





El regreso de los divisionarios se produjo desde el primer relevo en marzo de 1942. Los primeros llegaron como héroes, pero según empeoraba la guerra para el Eje, el entusiasmo se fue enfriando. De los alardes se pasó a la práctica indiferencia en las sucesivas llegadas. "La victoria tiene muchos padres, la derrota es huérfana", dicen los autores. El 2 de abril de 1954 fueron devueltos a España los últimos prisioneros a bordo del 'Semiramis'.





Casi 5.000 miembros de la División Azul murieron en el frente y unos 8.700 resultaron heridos. El episodio más trágico sucedió en febrero de 1943, cuando unos 1.125 divisionarios perdieron la vida en la batalla de Krasny Bor, cuando defendían la línea de ferrocarril entre Moscú y Leningrado. Según los datos que se recogen en el libro, los españoles causaron 49.300 bajas en los soviéticos. El Ejército Rojo hizo 372 prisioneros españoles. De ellos, 115 falleció en los campos de concentración, cárceles o gulags.








Unidos por el odio al comunismo, unos 47.000 españoles lucharon voluntariamente junto a los ejércitos de Hitler en la II Guerra Mundial contra la URSS de Stalin. De ellos mucho se ha escrito pero poco se ha visto. Ahora, más de 60 años después, Gustavo Morales y Luis E. Togores recogen su historia en un libro con más de 700 imágenes, la mayoría inéditas, que muestran desde los combates en el sitio de Leningrado a su vida cotidiana en la guerra que cambió el mundo: 'La División Azul. Las fotografías de una historia' (La esfera de los libros).






miércoles, 24 de diciembre de 2008

Ascensión al Castillo de Bayrén

Hace escasos días, junto a unos compañeros, decidimos visitar el Castillo de Bayrén, cerca de mi ciudad, cerca de Gandía. Tanto triste como vergonzantemente, el castillo se encuentra en ruinas, lleno de escombros y vallas metálicas, incomprensible herencia de los ''empezados pero nunca acabados'' procesos de restauración ya que el ''honorable alcalde el señor'' Orengo prefiere destinar el dinero del pueblo en dar trabajo a sus amigos.

Este milenario castillo (se piensa que data del 400 d.C.) está situado en la cima de una pequeña montaña entre los humedales (la marjal) y la sierra del Montdúver, ofrece una espectacular vista de la costa saforense, el resto de orografía comarcal e incluso el Montgó (Dénia)

Cabe recordar que esta construcción romana ha pasado por manos musulmanas hasta que el Cid Campeador la reconquistó (1097), más tarde los musulmanes volverían ha hacerse con el domínio del Reino de Valencia, en este hitórico año, cabe recordarse la épica batalla entre los crueles almorávides y el bando cristiano (compuesto por el Cid y el Rey Pedro I de Aragón. Definitivamente los cristianos recuperaron el territorio y en 1240 el Rey Jaime I el Conquistador, expulsó al invasor, quedando algunos moros conversos (los llamados moriscos) que abandonaron forzosamente suelo hispano en 1609.











sábado, 20 de diciembre de 2008

Antifascismo y los Movimientos Independentistas.









El movimiento ''antifa'' encuadra a gente de ideologías dispares como anarquistas, comunistas, o nacionalistas periféricos. A mi modo de ver el fascismo es una ideologia que nació en Italia y tuvo su máximo exponente en Benito Mussolini, se articuló primero con el Partido Nacional Fascista y más tarde con el Partido Fascista Republicano que desapareció con la muerte de Mussolini. Aquí acaba el fascismo como ideología, otra cosa es que haya gente que se considere fascista en estos tiempos al igual que hay gente que sigue rindiendo culto a los Dioses Nórdicos, de todo hay en el mundo. ¿Pero partidos? no existe ningún partido político en España que se considere a si mismo fascista, ¿Pero entonces, como pueden existir ''antifascistas''?.

Es algo incoherente. Analizando a esta ''tribu urbana'' podremos sacar algo en limpio. Para empezar se debe diferenciar entre un antifascismo como pensamiento único y un antifascismo afavor de la democracia, es decir, cuando una persona se define ideológicamente como demócrata suele englobar el antitotalitarismo, anti-todos los movimientos que ellos consideran haber sido totalitarios. Pero hay otro tipo de gente, si me permiten, con encefalograma plano, se definen principalmente como antifascistas, parece ser que creen en un inminente peligro fascista y por eso se declaran en contra de un movimiento que murió en 1945. Estos antifascistas se diferencian de los antes explicados (los demócratas) en que realmente no son antitotalitaristas puesto que en su mayoría comulgan con las ideas comunistas de Lenin, Stalin, Mao, etc... vamos, más dictadores. Usan la violencia como método de ''lucha'', algo lógico ya que no tienen suficiente respaldo político-social como para hacerse oír por méritos própios, entonces es cuando con violencia intentan llamar la atención.

Este antifascismo extremista que muchos demócratas consideran un nuevo fascismo, (aunque lo más correcto sería definirles como totalitarios) es la piedra angular que une a grupos tan dispares como comunistas, nacionalistas, o anarquistas. Los comunistas, siendo fieles a su pasado, odian al fascismo, pero por otra parte se unen con nacionalistas periféricos, ¿como pueden compartir cartel el Partido Comunista de España con cúpulas nacionalistas que no creen en ésta?... los comunistas españoles están dispuestos a unir sus fuerzas contra el inexistente fascismo vendiendo a la patria que supuestamente representan, ver para creer. Podréis pensar que no es algo nuevo esto de los comunistas ya que en la creación de la URSS se dió carta blanca a los diferentes territorios para independizarse o por contra encuadrarse en forma de república socialista en la Unión Sovietica, pero esto es distinto, ahora hacen miguitas con nacionalistas contrarios a ésta idea, aunque bien es cierto que se contradicen, apuestan por una articulación federal de España pero por contra, son imperialistas:

-Cataluña pretende adueñarse del Reino de Valencia, de las Baleares y Pitiusas, de Andorra, de parte de Aragón, del Rosellón, del Alguer y del Carche

-Las provincias Vascongadas de parte de La Rioja, Navarra, Baja Navarra, Labort y Sola.

-Galicia de parte de Oviedo, Extremadura, Zamora y León.

Las bases del comunismo, solo sobre el papel, repito, solo sobre el papel, lo definenen como anticapitalista, antiracista y socialista, pero sus aliados nacionalistas son en muchos casos, militaristas: que incluso a puestan por un ejército ''nacional'' para lograr la ''liberación nacional''. Son racistas hispánicos: creen que su alto status económico les hace mejor que el resto de pueblos hispanos y consideran que el reparto de la riqueza por medio de aportaciones al PIB es un robo del ''Estado Español'', ¿pero no eran socialistas, anticapitalistas y antiracistas?, ¿porque no son solidários con sus semejantes?, ¿para ellos el capital no es una de las cádenas que les atan al sistema?...

Después de demostrar las grandes diferencias entre comunismo y nacionalismos periféricos, desmontaré las conexiones más allá del antifascismo entre ambas y el Anarquismo.

El Anarquismo es una ideología que apuesta por derrocar las naciones, patrias, fronteras... pretenden que el mundo esté unificado en una sola pátria que es el planeta Tierra, a su vez articulado en pequeños núcleos de poblacion llamados cantones. No creen en el capital, religión, militarismo, política ni imperialismo.
¿Como pueden ''luchar'' codo con codo con nacionalistas periféricos que reconocen ser militaristas e imperialistas y fuertemente capitalistas (estos movimientos nacen de la burguesía que pedía más autonomía para ser más ricos)?
¿ Y con los comunistas que exígen la llegada al poder de un partído político que ''libere'' al proletariado? ¿Donde quedan las fuertes disputas entre Bakunin y Marx que obligaron a la expulsión de los primeros?

En mi opinión los nacionalistas periféricos son los grandes favorecidos, usan a los comunistas y anarquistas para intentar dar la imagen de unidad en contra del rival a batir España, la España ''fascista''. La manipulación les ha salido redonda, tanto es así que en Vasconia, por ejemplo, no he visto nunca una manifestación de anarquistas o comunistas contra ETA defendiendo los derechos humanos o pidiendo el cese de víctimas por ''causas infecundas como es el nacionalismo''. En Cataluña, más de lo mismo, todos uniditos, han perdido su identidad, tanto anarquistas como comunistas, son esclavos de los nacionalistas que se frotan las manos al ver que sus rivales se han reducido, tienen noqueados a los sectores más activistas y los que con más fuerza deberían cuestionar sus acciones, han pasado de tres rivales (España, Anarquismo, Comunismo) a uno solo (España) . No es raro ver en festivales de ''musica'' a grupos como S.A. o Banda Bassoti (proetarras), junto con otros grupos anarquistas (Los muertos de Cristo) o comunistas (Boikot).













El antifascismo (aún siendo inexistente el facismo) les a servido a los nacionalistas para reforzar su apoyo contando con los sumisos anarquistas y comunistas.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Presentación.



En los tiempos que corren, los que nos han tocado vivir, hay ciertas cosas que se echan en falta, los valores de nuestros antepasados han sido desvirtuados y catalogados de tal forma que están desapareciendo en pos de la ''modernidad'', aún así siempre habran almas que no se pueden censurar. No nos harán callar.

Desde Gandia, en la antigua Contestania ibérica, desde Lo Regne de Valéncia, seguimos luchando por la hispánica tierra que heredamos para que sea el mejor legado que podamos dar a nuestros hijos.